DESENTIDOS

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lunes, 29 de abril de 2013

VINOS CANARIOS

Iballa Socorro La exportación de vinos canarios creció un 19,7% en 2012 respecto al año anterior. El año pasado Canarias vendió a otros países un total de 441.000 litros de caldos locales, 73.000 más que en 2011, según el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV). Este incremento hizo que en las Islas la facturación de las exportaciones creciera un 10,2%: mientras que en 2011 se obtuvieron 1,92 millones de euros a través de las ventas de vinos isleños a países extranjeros, en 2012 esa cifra llegó hasta los 2,12 millones. La producción vinícola del Archipiélago representa tan solo un 0,01% del total de las exportaciones que se realizan de este producto desde España. El año pasado el conjunto del país exportó 2.341 millones de litros. No obstante, el precio medio del vino canario en el extranjero es el tercero más alto del país. Frente a los 1,20 euros que cuesta de media un litro de vino español exportado, el isleño tiene un valor de 4,82 euros, según el OEMV. La exportación de vino español registró en 2012 un récord histórico en sus ventas al obtener 2.760 millones de euros, un 11% más que el año anterior. Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma que lidera las salidas de vino español; exportó 1.057 millones de litros (un 45% del mercado) en 2012 y facturó 647 millones de euros. En segundo lugar está Cataluña, seguida de La Rioja. Estados Unidos y Alemania son los principales destinos en los que se comercializa el vino de las Islas. Concretamente, los caldos de Tenerife y El Hierro se envían a Estados Unidos, mientras que los de Lanzarote se abren camino en el país germano. Por su parte, los vinos grancanarios "están presentes en ambos mercados", apunta el presidente del Consejo Regulador Denominación de Origen Gran Canaria, Laureano Roca. Este crecimiento en las salidas del vino isleño hacia el extranjero es, para algunos, la razón de que cada vez haya más interés en el Archipiélago por el cultivo de la vid. "Como pasa muchas veces, hace falta que las cosas se valoren desde fuera para que también se valoren aquí, y parece que con la exportación se está abriendo el mercado para el vino canario", señala Juan Manuel Cruz, vitivinicultor de la Bodega Mondalón. Más superficie Canarias es, junto a Valencia y a La Rioja, una de las tres únicas comunidades en las que la superficie dedicada al cultivo de viñedo aumentó en 2012 respecto al año anterior, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Así, las 8.116 hectáreas dedicadas a la vid en el Archipiélago en 2011 se convirtieron en 8.380 hectáreas el año pasado. En el último lustro los terrenos de los viñedos canarios han crecido un 5,8%. "Creo que la razón de que el sector viva un continuo crecimiento está en que los agricultores han decidido apostar por una alternativa a otros cultivos, como son el plátano y el tomate, para retomar lo que desde hace siglos ha sido una tradición de las Islas", comenta Roca. El incremento de los cultivos vitícolas se debe más a la recuperación de plantaciones abandonadas que a la ampliación de viñedos ya en activo. "No es tan fácil acrecentar la superficie de cultivo, porque estamos muy controlados desde Europa y, además, existe una normativa europea por la cual se establece un cupo máximo de terreno que se puede dedicar a la vid, y en las Islas está completo", señala Juan Manuel Cruz. La normativa impide también cultivar vid en cualquier lugar. La única forma de crecer es, según explica Cruz, rehabilitando viñedos viejos que con el paso del tiempo hayan sido abandonados y que ahora se quieran reactivar. De las 8.380 hectáreas dedicadas a esta actividad en Canarias, el 6,3% están abandonadas, según el Ministerio. El 92,3% están en producción y el 1,4% no cumple los requisitos para poder considerarse una plantación destinada al comercio, por lo que queda fuera del mercado. Tenerife es la isla con mayor superficie de producción de uva y, por tanto, de vino con, aproximadamente, 4.500 hectáreas dedicadas a la viticultura, según datos del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) dependiente del Ejecutivo regional. Lanzarote ocupa el segundo lugar con 1.908 hectáreas de vid y 1.708 viticultores, según las estadísticas del Consejo Regulador de Denominación de Origen de Lanzarote. La Palma cuenta, según su Consejo Regulador de Denominación de Origen, con 720 hectáreas cultivadas en las que trabajan 1.200 viticultores que en 2012 recolectaron 750.000 kilos de uvas. En Gran Canaria, por su parte, se destinan 240 hectáreas a la vid de las que son responsables 348 viticultores. En El Hierro y La Gomera disponen de 208 y 120 hectáreas, respectivamente, según el ICCA. "En Fuerteventura también hay presencia de viñedos aunque todavía es muy escasa y ni siquiera tiene aún su Consejo Regulador de Denominación de Origen", apunta Juan García Socas, catador y miembro del Aula del Vino de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). Socas señala que en la isla majorera pueden existir en torno a 49 hectáreas de viñedos. Marzagán y Los Hoyos son las zonas más bajas de Gran Canaria donde se producen uvas. Tejeda, por el contrario, es el punto más elevado. "Contamos, por tanto, con viñedos desde 300 metros de altura sobre el nivel del mar hasta más de mil metros de altitud", señala Laureano Roca. En el año 2000 Javier López y su padre Paquito empezaron con el cultivo de la vid en su finca de Las Javerianas en La Atalaya (Santa Brígida). Lo que en un comienzo ocupaba una hectárea, hoy en día se ha convertido en una plantación de tres hectáreas. Además, no solo se han limitado a cultivar la uva, sino que también producen su propio caldo. "Convertimos en vino todo lo que recogemos de nuestro viñedo y no exportamos ni a la Península ni al extranjero, sino que colocamos nuestro vino en el mercado local", apunta Javier López. El clima y las precipitaciones condicionan la capacidad de producción de esta finca. "Hemos tenido años muy buenos en los que hemos recolectado hasta 15.500 kilos de uvas y otros no tan buenos, con 4.000 kilos, esto no es siempre exacto", señala López. En su opinión, los agricultores que están apostando por reactivar esta parte de la agricultura en el Archipiélago lo hacen por afición y no porque sea un buen negocio. "Creo que el sector está un poco aburrido y que realmente la recuperación de fincas no es notoria. Puede que se esté dando más bien en aquellas personas que ya tenían una bodega y que quieren contar también con una producción propia", comenta. La exclusividad del vino canario reside, además de en su variedad de uva listán negra, "hasta ahora única", en el proceso artesanal con el que se realiza la elaboración del caldo. "Las extensiones de terreno en las que trabajamos y la orografía que tienen favorecen a la uva, pero no nos permiten trabajar con maquinaria, así que lo hacemos todo manualmente", señala el propietario de la Bodega Mondalón. La plantación, la sulfatación, la recogida de la uva, su selección... todo pasa por las manos de los viticultores isleños. "En las zonas bajas de la Isla, la vendimia comienza entre agosto y septiembre y se puede alargar hasta finales de octubre en las zonas más altas", explica Laureano Roca. Para esos meses de duro trabajo, los agricultores suelen contratar a trabajadores temporales que les ayudan a recolectar más rápido la producción. "Se necesitan en torno a 15 ó 20 personas trabajando en esas temporadas", añade Roca. Una técnica muy habitual en los últimos tiempos es hacer la vendimia por la noche. "De esta manera se recoge la uva fría y entra fría en la bodega, sin que empiece a fermentar antes de tiempo a causa del calor del propio ambiente. Es una manera de controlar mejor el proceso y aportar mayor calidad al producto final", explica el catador Juan García Socas. lA PROVINCIA A 28/4/2013

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