La cata del vino es la interpretación de una suma de sensaciones percibidas simultáneamente. El número de estímulos y de caracteres organolépticos es en el caso de la cata de vinos muy grande y corresponde a varios centenares de sustancias.
Cuando se bebe vino y no se cata, estas sensaciones forman un todo. La cata analítica tiene por objeto separar, ordenar y, finalmente identificar en la medida de lo posible algunas impresiones dominantes.
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