DESENTIDOS

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lunes, 29 de marzo de 2010

JORNADA VITIVINÍCOLA DE LA COMARCA NOROESTE DE GRAN CANARIA



Este día vamos a disfrutar de los vinos de las siguientes bodegas:

Los Berrazales, Vega de Gáldar, La saviaecológica.

viernes, 26 de marzo de 2010

BODEGA VEGA DE GÁLDAR


Vino tinto El Convento.
Color granate con ribetes amapola, con capa alta, limpio y brillante con lágrima densa.
Fase olfativa por la complejidad de las variedades Listan negra, y castellana, olores que nos recuerda a caramelo tofffe, acompañados de pinceladas minerales y volcánicas de la listan, con recuerdos de confituras de arándanos y frambuesa, con un final de repostería como la vainilla y regaliz producida por su crianza en barrica.
En boca su frescor debido a acidez de la castellana y su cuerpo tan ligado que podemos llegar a sensaciones aterciopeladas, donde las tanicidad es elegante y muy equilibrado con la acidez, con retronasales con aromas a frutos de bosque muy maduros, acompañados de recuerdos de hojas de tabaco verde acompañados de pinceladas de espacies, como vainilla y alcanfor.


Vino tinto Viña Amable.:
Color rojo granate con ribetes cardenal. Limpio y brillante, con capa media alta.
En la fase olfativa, intensidad media alta con aromas primarios a frutos negros, como la grosella y arándanos, propio de las variedades castellana y listan negra, con toques especiados debido a la crianza en barrica.
En boca un paso de boca muy elegante, con taninos integrados dentro de la estructura del vino, con retronasales a confitura de frutos rojos y negros, con pinceladas que nos recuerda a chocolate y café , toques de hojas de tabaco, muy amplio y sedoso.

martes, 23 de marzo de 2010

CRISTÓBAL GUERRA Y LA TRADICIÓN VITIVINÍCOLA DE GÁLDAR




CRISTÓBAL GUERRA Y LA TRADICIÓN VITIVINÍCOLA DE GÁLDAR


Muchos años son ya los que lleva Cristóbal Guerra, por su doble condición de artista plástico y viticultor , concediendo protagonismo al denominado elemento vinícola a través de su obra pictórica. Y prueba de ello la encontramos, sin ir más lejos, en la magistral exposición titulada “Los códices del vino” que el pintor nos presenta hoy en el marco incomparable de esta casona del Capitán D. Esteban Ruíz de Quesada. Por tal circunstancia, dada la importante tradición vitivinícola que posee el municipio de Gáldar, intentaremos realizar una minuciosa aproximación histórica al vino galdense que facilite al lector, en cierta medida, la comprensión e interpretación de la espléndida muestra de pintura que el amigo Cristóbal Guerra esmeradamente ha preparado para la ocasión.

Como bien indica el investigador Sebastián Monzón Suárez, “(…) el cultivo de la vid en Gáldar, así como en la comarca, no es nada novedoso. Su existencia se remonta a muchas centurias atrás , cuando venida a menos la plantación de la caña de azúcar ante la competencia americana, el labrador galdense adaptó las cepas traídas desde Madeira y las vio crecer en toda La Vega Mayor, en los cercados de El Rincón, en Taya y Anzo, en los pequeños huertos del casco urbano, en las fértiles tierras que suben desde los llanos costeros a las medianías. Viñedos y parrales que dieron lugar a la prosperidad del vecindario y a que crecieran notablemente los diezmos de la iglesia del Señor Santiago” . Así pues, José de Viera y Clavijo decía que “las parras, traídas a estas islas por sus conquistadores y pobladores, hallaron un clima y un suelo de los más oportunos para su prosperidad, porque los terrenos secos, ligeros, pedregosos, areniscos, mezclados de lavas de volcán desmenuzadas y que se levantan en cerros, colinas, lomas y laderas, son los que ordinariamente producen los mejores vinos, favorecidos de la reverberación oblicua de los rayos del sol, que suministran el calor necesario para combinar los principios de la vegetación y exhalar la savia de las vides” . Ya en el s.XVI, según expresa el historiador Antonio J. Cruz y Saavedra cuando se refiere a la fundación del Convento de San Antonio de Padua de la Villa de Gáldar , “los religiosos pusieron sus ojos en la extensa y fértil vega de las Villas de Gáldar y de Guía, al amparo de las huertas y cercados plantados de viñedos, frutales y cañas de azúcar, regada por las aguas procedentes del caudaloso Heredamiento de La Vega y salpicada por haciendas y casas de campo, lagares, bodegas y gañanías” .

Por otro lado, Guillermo Camacho Pérez-Galdós nos informa de que con fecha del 6 de abril de 1524 en el Deudo de Antonio Chirinos, vecino de Gáldar, puede leerse que la unidad es la bota de vino, la cual consta de dieciocho arrobas . Igualmente, debido a las investigaciones llevadas a cabo por el mismo autor, sabemos que el 23 de junio de aquel año de 1524 “Martín de León, vecino de Gáldar, le dio a Fernán Domínguez, de igual vecindad, un parral en la villa con medio día y una noche de agua, para que lo gozara por dos años, dos esquilmos alzados y cogidos, sin más obligación que la de entregarlo al cabo de ese tiempo aderezado, limpio y bien cercado” . Según dice de nuevo Guillermo Camacho Pérez-Galdós, el 7 de agosto del año 1537 “Alonso de Argüello promete pagarle a Juan de Ávila siete botas de vino del que haga aquel año en su parral de la Villa de Gáldar, escogido, trasegado y limpio de lías, y de un casco que nadie puede catar antes del día de Navidad, salvo que el propio Argüello saque una bota para él” . En este periodo, como apunta el Prof. Manuel Lobo Cabrera, los tipos de castas de viñas plantadas eran, esencialmente, torrontés, malvasía, verdello y negromolle .

El estudioso Germán Santana Pérez da cuenta de que en agosto del año 1639 Sebastián Domínguez, vecino de Gáldar, fue obligado a pagar a Francisco de la Cruz, mercader vecino de Las Palmas, 6 botas de mosto, así como alquilarle 4 cascos estanques a precio de 10 reales desde esa fecha hasta la vendimia . También nos dice que el año 1653 el diezmo de parrales de Gáldar y su partido ascendía a la cifra de 620 doblas . Además, como indica el propio Santana Pérez, conocemos que ese mismo año de 1653 se obligó a Marcos Vélez de Guevara, vecino de Guía, a entregar el mosto de una viña de Gáldar, que era de malvasía .

En el año 1686 Pedro Agustín del Castillo y Ruíz de Vergara, en su obra “Descripción de las Islas Canarias”, deja constancia de la existencia de viñas en Gáldar, dado que al estudiar a dicha villa escribía lo siguiente: “De Guía hasta este lugar hay un cuarto de legua de buen camino que llaman La Vega, todo de huertas, viñas y cercados (…)” . En aquellos tiempos, según palabras de Germán Santana Pérez, “los trabajos de la vid eran grandes y costosos en esfuerzo, ya que había que realizar continuamente labores agrícolas atendiendo a las cepas. Entre ellas destacaban las de cavar los hoyos para plantar los sarmientos, poder, limpiar, regar, poner horquetas, cercar, despampanar, vendimiar, etc. Luego se tenía que llevar la uva al lagar donde, tras ser molida, se obtenía el mosto que posteriormente se dejaba depositado en la bodega donde fermentaba el vino. Las bodegas podían situarse o no en el mismo lugar que el lagar, teniendo que guardar las condiciones idóneas para la conservación del vino. Los cascos donde se dejaba reposar y transportaba el mosto podían ser propios o bien se alquilaban a algún particular” . Por su parte, Sebastián Monzón Suárez, una vez más, nos ofrece diversos datos de interés acerca de la localización geográfica y de algunos de los nombres y apellidos vinculados antaño al cultivo vinícola galdense, pues expresa textualmente: “viñas, lagar y bodega tuvo en su hacienda de Anzo el Canónigo Verde de Aguilar, heredadas luego por su sobrino D. Juan Verde de Aguilar. Vinos cosecharon los Pinedas, los Tobar, los Cachazo, los Ruíz de Quesada y muchos otros. En las huertas de San Sebastián se vieron latadas de malvasía y parrales de pie. En su casa de la Calle Santiago construyó el Capitán Quesada un lagar con la bodega y lo mismo hizo en la Calle Sol el presbítero D. José Medina. Asiduo en los viejos escritos es la Latada de la Reina, en los entornos de la Calle del Moral. Alabados, como todos los elaborados en las islas, fueron los vinos de Gáldar, comerciados a través de los puertos de Sardina y las dos Caletas” .

Curiosamente, en junta de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas celebrada el 14 de octubre del año 1782, se leyó carta de un socio Celador de Guía donde se noticiaba que en las villas de Gáldar y Guía los plantíos de viñas recibían considerables daños producidos por las colmenas cercanas, de modo que se acordó pasar el correspondiente oficio al Sr. Corregidor, a fin de que tuviese a bien mandar a los Alcaldes de Gáldar y Guía que las hiciesen retirar a la distancia que las ordenanzas de la isla de Gran Canaria previenen . Además, hacia el año 1793, el sacerdote Francisco Martínez de Fuentes, en su manuscrito sobre los “Usos, costumbres y fiestas en Gran Canaria en el s.XVIII”, daba fe de la presencia de parras en nuestra villa, ya que recogía de forma literal: “El terreno de la jurisdicción de Gáldar, situado desde mar a cumbre hacia el Norte de la isla tiene tierras de varias calidades, cerros y llanadas, unas arcillosas, otras calcáreas, montuoso y de cultivo, y al paso que las tierras flojas y polvorientas no llevan sino cardones, tabaibas y aulagas, las negras producen abundancia de grano menudo y las huertas del pueblo que alcanzarán agua de la poca que allí corre, cría todo género de hortalizas y árboles frutales y millo sobre todo. La hermosa vega de Gáldar, regada toda ella de suficiente agua da de sí millo, papas, calabazas, judías, lino, trigo, cebada, verduras. Todas las haciendas están valladas de árboles frutales, higueras, duraznos, morales, parras, etc” .

En el s.XVIII, según relata el historiógrafo José de Viera y Clavijo, existía mucha diversidad de parras, tales como listán, albillo, negromolle, verdello, moscatel, lairel, barbosas, toronlés, agracera, almuñécar, etc . Y, nuevamente, gracias a la impagable labor de investigación histórica desempeñada por Sebastián Monzón Suárez, hemos podido tener acceso a una cláusula testamentaria, donde el Capitán Quesada cede a su hijo José Ruíz de Quesada “media fanegada de tierra plantada de viña muy buena con diferentes árboles frutales y un celemín más que se le podría agregar por tocarme y pertenecerme hacia el barranco, cuya propiedad se halla donde dicen El Rincón, en los barrancos de Gáldar que compró el alférez D. Juan Ruíz de Quesada, mi padre y señor, a Juan de Betancor y su hija y dicha cesión la hice con la obligación de satisfacer los censos que sobre sí estaban y se pagaban a los Monasterios del Sr. San Bernardo y Santa Clara” .

Francisco Escolar y Serrano, en su obra “Estadística de las Islas Canarias (1793-1806)”, recoge que en el año 1802 hubo una cosecha en el municipio de Gáldar de 123 barriles de vino, a un precio medio de 300 reales cada uno, lo cual ascendió a un importe total de 36.900 reales . Asimismo, Pascual Madoz, en su “Diccionario geográfico, estadístico e histórico de Canarias” (1845-1850), también haría alusión al vino galdense, en tanto y cuanto lo menciona a la hora de abordar los productos y cultivos que se daban por aquel entonces en la villa . Por otro lado, tenemos noticias de que entre los meses de abril y mayo del año 1892 se celebró en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria la denominada “Exposición Fiesta de Las Flores”, una especie de muestra regional de productos del país, a la cual, según consta en la memoria que hemos consultado de dicho certamen, precisamente concurrieron diversos vinos “aromáticos” de Gáldar, así como otros productos y manufacturas de nuestro municipio .

La tradición vitivinícola galdense se mantuvo fiel a su historia a lo largo de todo el s.XX y, por supuesto, también lo hace en la actualidad, pues afortunadamente a día de hoy contamos con un considerable número de particulares y bodegas que han sabido proteger y respetar la textura y esencia de los antiguos vinos del municipio. Este es el caso, entre otras, de la Bodega “El Convento”, propiedad del artista Cristóbal Guerra y que se encuentra situada en la Vega Mayor de Gáldar, exactamente en el mismo lugar donde, como se ha visto en el presente estudio histórico, fueron plantadas las primeras parras galdenses en el s.XVI, debido a las inmejorables características del suelo, clima y demás aspectos geofísicos que garantizan la excelente calidad de los caldos.


ALEJANDRO C. MORENO Y MARRERO
Gáldar, Lunes 19 de Enero de 2010

lunes, 22 de marzo de 2010

PRESENTACIÓN DE LOS VINOS LOS BERRAZALES 2009



Buenas noches amigos y amigas del vino.

Gracias a Pedro Jorge parte muy importante en este proyecto familiar.

Ente todo comentar , que necesito de estas palabras escritas para poder expresar lo que siento , porque hay leyendas y hechos históricos, que mi memoria embargada por la emoción del acto, me podría traicionar .

Dar mi agradecimiento a la Familia Lugo Jorge por el recibimiento tan gratificante en el seno de su familia.

Es difícil describir a los miembros de la familia, con unas palabras de cordialidad y cariño, pero lo voy a intentar aunque me traicionen los sentimientos.

Para empezar un buen vino hay que elaborarlo, con pasión, amor y total entrega. Tiene que desarrollarse una complicidad entre el vino y el ser que lo elabora, en esta caso lo hemos conseguido, gracias al carácter afable, positivo y de total entrega e incluso con parte de romanticismo, que ha demostrado víctor o Vicky para los amigos, en estos 9 meses de trabajo duro, para poder dar a luz una abra de arte, un nuevo ser , el vino.
Te prometo que este año, nos bañaremos en la piscina y leeremos los periódicos.

Sencio, tu alegría de conseguir los más difícil, una buena uva , el 80% de la calidad de este vino te la debemos a Tí, bregando día y noche, como un torero con el toro, a muerte, para salvar la cosecha, luchando contra el oidio, mildiúm , botrytis , pero no te preocupes que en esta cosecha, que hoy presentamos lo has conseguido.

Maricarmen, no hay palabras para definir tu total entrega a tu familia, a tu bodega, a tu finca , porque todo lo que respiras, es amor , cariño a los tuyos y a los que te rodean ,el éxito de que esta noche se presenten los vinos de tu bodega se debe a tu alegría y simpatía que se lo has comunicado al vino.

Me viene a mis recuerdo una frase de Maricarmen, que podría definir su pasión por el vino. “ Que bonito es el mundo del vino”.


No quiero olvidarme de los demás miembros y amigos de La Gran Familia, que sin su colaboración no podríamos desarrollar este proyecto de vida, pero la lista sería interminable y el protagonista esta noche es el vino de los Berrazales.


Dos son las historias que a lo largo de mi vida profesional me ha marcado una filosofía en la creación de un vino.
La primero es la leyenda romántica del nacimiento del vino y la segunda es la leyenda que nos invita al respeto, moderación y culto al vino que me la reservo para cuando termine el acto.

Había una vez, hace muchos siglos, un rey persa llamado Jamshid, apasionado por las uvas.
Las mujeres de su harén le traían fuentes enormes de lustrosos racimos de uvas , madurados por la madre naturaleza ,de todos los tonos y fragancias imaginables, que él desgranaba, con hedonismo, sólo atento a las sorpresas que podía depararle el ocio.
A fin de saborearlas todo el año, cuando concluía la temporada de la maduración fisiológica, las guardaba dentro de unas vasijas, en la habitación más fresca de su palacio.
Un día descubrió que las uvas habían estallado y que un líquido espeso manaba de ellas. Era un licor que olía fuertemente a alcohol y acetatos, que en nada recordaba la dulzura de los frutos.
Jamshid, descorazonado, tuvo la certeza de que el jugo se había convertido en un mortal veneno y advirtió a sus cortesanas del peligro.

Una de ellas, habiendo perdido los favores amorosos y pasionales del rey y, por lo tanto el sentido de la vida, decidió suicidarse y se deslizó en la celda de las ánforas.
Bebió un sorbo de la extraña pócima y se sintió inmediatamente mareada. Las piernas le temblaban y su corazón empezó a rebosar dentro de ella. Su piel se estremecía cada vez más, cada poro de su cuerpo probaba un llamado a la alegría y al deseo. Entonces tomó una jarra, la llenó del brebaje oscuro y se dirigió a la alcoba del rey, cayendo a sus pies en medio de risas y rubores.
El rey no pudo contenerse ante una imagen tan plena de felicidad y probó aquella pócima que no era más que un licor. De pronto había subido también a las estrellas. Danzaron, rieron y se amaron.
Ella reconquistó a su amante y la humanidad ganó el privilegio del milagro del vino.
Para terminar quiero expresar mi admiración , culto y respeto al mundo del vino, mi vida y mi pasión, haciendo mención especial al consumo moderado del vino .
En el año 1989 un estudiante de enología leyó una parábola en el Talmud Judío, que hacía referencia al consumo moderado de vino, y resumida la parábola decía lo siguiente.
Noé, plantó una viña,
Cuando Noé plantó las vides, Satanás, el demonio lo vio y llevado por su curiosidad, se acercó a ÉL.
-“¿Qué vas a plantar, hijo de la tierra?” Preguntó el rey de los demonios.
-“Solo una viña”, respondió Noé.
-¿Para qué se usa las viñas? Preguntó el demonio
-“Es una fruta, esta fruta es tan placentera verla, como sabrosa ; y de esta fruta nosotros podemos conseguir un licor que anime cada corazón”
-“En este caso, yo te ayudaré” dijo el diablo.
Después de esto el diablo consiguió un cordero, lo mató y vertió su sangre en el tronco, para regar la viña.

Pasaron unos días , Satán mató a un león, a un mono y a un cerdo, de la misma forma, él regó las raíces de la viña.
Desde entonces cada vez que los hombres beben solo una copa de vino, comenzamos siendo dóciles y cariñosos como un cordero, si nos bebemos dos copas de vino nos convertimos en bravos leones, donde resaltan los atributos de superioridad, autoestima sobrevalorada, … si nos tomamos la tercera copa nos comportaremos, como un travieso y estúpido mono. Esperemos que en ninguna etapa de nuestra vida y en los eventos sociales, presentaciones de vino, bodas, bautizos, navidad etc. lleguemos a beber la cuarta copa.

jueves, 18 de marzo de 2010

VIAJE ENOCULTURAL A TENERIFE



El "Bodeguero chico" , Felipe Monje, " El Bodeguero Grande" en el cementerio de la Bodega Monje, que momento para la espiritualidad y pactar con Baco



Compartiendo la filosofía enológica con Rasa (Hecansa), Patricia (Contiempo)



Es un honor compartir momentos enológicos con Felipe Monje


Foto bodega Contiempo
Viaje enocultural a las bodegas de Tenerife, en la foto el "Bodeguero Chico", el Enólogo y el "Bodeguero Grande" de una bodega de Gran Canaria " Los berazales".


Según la cata de mi Amiga Rasa " somelier de Hecansa", CONTIEMPO es un vino de sábanas intranquilas y móviles apagados.